El hombre utiliza muchas menos palabras que una mujer. Pregúntele a un chico adolescente qué tal fue la fiesta a la que asistió y murmurará: “Uhh…, bien”. Una chica adolescente ofrecería un informe detallado de todo: quién dijo qué a quién, cómo se sentía cada persona y qué llevaban puesto. Varón, lo más valioso que puedes hacer es escuchar con atención a tu esposa, en vez de ofrecer soluciones. Pero seamos justos en este punto con los hombres. Las mujeres pasan de un tema a otro como un picaflor pasa de flor en flor. Las mujeres se defienden en este punto diciendo que los hombres no saben hacer dos cosas al mismo tiempo. Hay un dicho que reza: “Si un hombre se está afeitando y usted le habla, se cortará. Si está clavando con el martillo y suena el timbre, se golpeará el dedo. Si le habla cuando está conduciendo, se cruzará de carril. Recuerde que son excelentes tácticas vengativas”. ¿No te has dado cuenta que un hombre tiene que bajar el volumen de la radio para leer un mapa? Si el teléfono suena, insistirá en que la gente deje de hablar, en que se baje el volumen de la música y que se apague el televisor antes de contestar. Eso es porque es monofuncional. O lee o escucha, pero no es capaz de hacer las dos cosas a la vez. Si reconoces que tu pareja es así, aminora el paso y aborda los temas de modo entendible.