Según una investigación, las quejas más frecuentes de una mujer respecto del varón son:
– No es sensible a las emociones ni suficientemente afectuoso.
– Es demasiado rápido en la vida sexual.
– No habla de sus sentimientos y emociones.
– No pasa suficiente tiempo con los hijos.
– Toma decisiones sin consultar.
Y las quejas del hombre respecto de la mujer son:
– Se queja, controla critica y fastidia demasiado.
– Usa el sexo como un arma de castigo.
– Sus emociones son impredecibles.
– Es chismosa y por todo llora o se enoja.
La necesidad más importante para un hombre es el respeto; para una mujer, el amor y la aceptación. Dice el proverbio persa: “No hieras a la mujer ni con el pétalo de una rosa”. Mas yo te digo: “No la hieras ni con el pensamiento”, Amado Nervo.
En la carta a los Efesios, Pablo le habla al esposo y le dice más de una vez que ame a su esposa, Efesios 5:25, 28, 33. Y, cuando se dirige a la mujer, la exhorta a que respete a su marido, Efesios 5:33. Sin embargo, es muy común que se trate mejor y más amablemente a extraños y desconocidos que a la propia familia. ¿Descargas tu furia y arsenal de malas palabras contra tus seres queridos? ¿Siente tu pareja que la maltratas con tus gestos, palabras o acciones?
John Gray dice:
“Los hombres se sienten estimulados y fuertes cuando se sienten necesitados y respetados. Cuando un hombre no se siente necesitado en una relación, gradualmente se torna pasivo y pierde energías; cada día que pasa tiene menos que ofrecer a la relación. Por otra parte, cuando siente que ella tiene confianza en que él hará todo lo posible para satisfacer las necesidades de ella y, si ve que sus esfuerzos son apreciados, se siente estimulado para dar más. Las mujeres son felices y responden positivamente cuando se sienten apoyadas, se preocupan por ellas, y sienten que sus necesidades serán satisfechas. Cuando una mujer se siente perturbada, abrumada, confundida, agotada o desesperada, lo que más necesita es el simple compañerismo. Necesita sentir que no está sola. Necesita sentirse amada y apreciada”.
¿Quiere un esposo amoroso, atento y compañero? Hágale sentir que lo necesita y lo respeta.
¿Quiere una esposa preocupada por el hogar, responsable y fogosa? Hágale sentir que la aprecia, escuchándola sinceramente. Empatía, comprensión, aprobación y compasión hacia la mujer influyen en la calidad de vida matrimonial.