Nº26 // Sí quiero, ¿o no?

No podemos saber a ciencia cierta si una pareja sobrevivirá al paso del tiempo, pero existen criterios que nos permiten reconocer si nos estamos juntando con la persona adecuada o no. Cuando éstos se cumplen, la pareja vive en armonía y promete un buen porvenir: La relación debe ser fácil, que fluya sin demasiado esfuerzo.

Hay personas que permanecen junto a su pareja aun si la relación es totalmente insatisfactoria o disfuncional, cargada de celos, amenazas, maltrato, insultos y golpizas. Se malgastan grandes cantidades de energía en emociones negativas. Las cosas no fluyen con naturalidad. No hay comodidad, no existe comunión real ni bienestar, únicamente dramas y tragedias. ¿Conoces parejas así? ¿Por qué siguen adelante con una relación que sólo les trae sufrimiento y dolor? Porque tienen miedo. Sienten temor a perder lo que tienen. Poseen tan baja autoestima que creen que la relación presente es la mejor opción, antes que quedarse solos. Este tipo de pareja es garantía de sufrimiento permanente. Cuanto más tiempo se lleve en una relación así, más difícil será salir sin ayuda. Es necesario un soporte externo que permita comprender que una relación con estas características es frustrante para ambos miembros de la pareja.
Estas personas viven autoengañadas. Creen que su amor hará que la pareja cambie y, por ello, están dispuestas a ‘soportar estoicamente’ golpes físicos, improperios, insultos, maltrato psicológico y hasta infidelidades. Se dicen a sí mismas que sus parejas las aman pero que no saben cómo expresarlo. Es muy probable también que crean que el amor es todo entrega y dejan de ser ellas mismas sólo para satisfacer los requerimientos de la otra persona. En definitiva, terminan anuladas en una relación totalmente asfixiante y tóxica.

Si estás en período de noviazgo y reconoces una relación con estas características, debes tomar una decisión drástica. No estamos diciendo que la solución sea la separación, pero simplemente rendirse ante una relación de este tipo es vivir miserablemente, muy por debajo de lo que Dios quiere.

¿Cómo está tu matrimonio? ¿Fluye con naturalidad? ¿Es tu relación conyugal nutritiva? Una relación es saludable cuando uno más uno suman mucho más que dos, y no menos que dos. Si la relación no es nutritiva, se produce un desgaste en las personas y el cuerpo siente tensión y se desvitaliza, lo cual es una señal de alarma y preludia una enfermedad.

Considera lo dicho en este artículo. Pídele a Dios que te de sabiduría para tomar decisiones sabias en tu relación. Consúltanos por cualquier motivo.

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