No cortar el cordón umbilical.
Una mujer llamó a un programa radial y dijo: “¿Me casé con un niño o con un hombre? Su madre controla a mi marido como si fuera un niño. Lo llama para cualquier cosa que necesite. Le pide dinero, que le pinte la casa, que la recoja del cine, que la ayude a cocinar en ocasiones especiales y hasta que le lave la ropa. Los llamo porque son las diez de la noche, estoy sola ya que a mi marido lo llamó su mamá para que le ayudara a hornear pasteles para una venta de caridad que hará mañana. A veces siento que no me casé con un adulto. Necesito que se porte como un hombre y que recupere el control”.
¿Cómo es posible que una madre tenga tanto poder sobre un hijo en una etapa donde se supone que debería ser independiente?. Pero más que eso uno debería preguntarse: “¿De quién es la culpa?”. Hay muchas esposas que no se animan a incluir a sus suegras entre sus afectos, a la vez que permiten que ellas alejen al esposo de la familia. No se trata de elegir entre ellas o sus madres, se trata de construir nuevas realidades. No se trata de escoger, se trata de encontrar un equilibrio en el que ambas relaciones sean saludables, positivas y satisfactorias.
Mujer, debes establecer un consenso con tu esposo en cómo manejarán la relación con los parientes. No puedes esperar que se dé cuenta solo. Los hombres tienen muchas cualidades, pero no son adivinos. A menos que le digas qué es lo que te agrada y qué te molesta, él no lo sabrá. Basta ya de rumiar broncas y llorar por los rincones cuando veas que tu marido se escapa ante los requerimientos de su madre. Habla con él, asume ciertos roles frente a tu suegra, ofrécete para ayudarla y alivianar las demandas que le haga a tu esposo. Tu tarea no es cortar la relación con su madre sino crear una familia extendida que contribuya al bien de los tuyos. Establece pautas y criterios claros. Si no lo haces, ¿quién lo hará?
Un hombre que ama de verdad a su esposa hará todo lo posible para mantenerla contenta y satisfecha. Un hombre que se siente apoyado y respetado por su esposa sabrá ponerle límites a los requerimientos de los demás, incluyendo los de su propia madre.
Si este es el problema que describe a tu relación de pareja, toma la decisión de trabajar junto a tu cónyuge para encontrar alternativas positivas, en vez de pelear por cada cosa.