Los líderes y la ideología de género

“Dios le dijo a Moisés: …haz dos trompetas de plata, que sólo podrán tocar los sacerdotes… Cuando… toquen las dos trompetas, toda la gente se debe reunir delante de ti… Un solo toque de trompeta significa que sólo deben reunirse… los jefes de las tribus. Las trompetas también te servirán para darle al pueblo la señal de ponerse en marcha… Esta será una ley permanente para ustedes…”, Números 10:1-8 (TLA).

 

Dios comunicaba su voluntad mediante el sonido de las trompetas. Si Dios quería que su pueblo se reuniera para la adoración la trompeta se tocaba de cierta manera, pero si deseaba que las tribus se congregaran para salir a la batalla el sonido era diferente. Dios dirigía cada movimiento del pueblo en el desierto a través del sonido de la trompeta.

 

Marchar sin haber escuchado la trompeta significaba avanzar entre tinieblas; oponerse a marchar después de haberla oído hubiera sido quedarse entre tinieblas. ¡Nadie podía alegar ignorancia en cuanto a la voluntad de Dios! Por supuesto que todo esto es un símbolo y fue escrito para nuestra enseñanza: “Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza”, Romanos 15:4 (NTV). ¿Cuál es la lección práctica contenida en este pasaje? Que los creyentes deben depender enteramente de Dios y someterse a su voluntad. No es cuestión de gustos, deseos u opiniones, sino de obediencia al Señor.

 

La voz de Dios sigue siendo tan clara como entonces, pero no ocurre lo mismo con la voz de aquellos que han sido designados para hacer conocer su voluntad. ¿No eran los sacerdotes los que tenían la responsabilidad de tocar las trompetas? ¿No son los ministros del evangelio los encargados de hacer conocer la voluntad de Dios hoy en día? Si en la actualidad la trompeta tiene un sonido incierto es porque el ‘trompetista’ está desafinado.

 

Vivimos en medio de un revoltijo moral y la voz de la trompeta no suena clara desde los púlpitos. Al decir de Isaías los guías espirituales son perros silenciosos: “Los líderes de mi pueblo… son como perros guardianes silenciosos que no advierten cuando viene el peligro. Les encanta estar echados, durmiendo y soñando…”, Isaías 56:10 (NTV).

 

Los líderes han perdido su santidad y poder de influencia. Piénsalo de esta manera: Esdras se arrancó los pelos de la barba y Nehemías maldijo, golpeó y depiló las cabezas de aquellos que se habían casado con mujeres paganas, Esdras 9 y Nehemías 13. ¿Has visto algo parecido hoy en día? Dios exigió que los líderes sean los primeros en llorar en el altar del Señor por los pecados de su pueblo (Joel 1:13 y 2:15-17), pero son ellos los que han creado un nuevo orden moral: al retrete con la santidad y los votos matrimoniales.

 

Los púlpitos han sido asaltados por evangelistas y predicadores que han creado una nueva modalidad de vida cristiana donde todo es relativo. El pueblo está confundido. El músico famoso, el pastor renombrado y el evangelista superestrella ya no consideran que el matrimonio sea una institución sagrada y encuentran versículos bíblicos para apoyar sus fallas morales. Cambian de pareja y siguen predicando como si nada fuera. Los creyentes inmaduros no pueden discernir la voluntad de Dios porque la trompeta no suena con claridad. Como dijo una famosa predicadora para justificar su divorcio: “hay un tiempo para cada cosa”. ¡El trompetista está desafinado!

 

¿Dónde están los Esdras y Nehemías de este tiempo? ¿Dónde están los predicadores al estilo Pablo quien al enterarse de la inmoralidad en la iglesia de Corinto no minimizó la falta ni le dio la espalda al escándalo? ¿Por qué no hicieron caso omiso al pecado? Porque sabían que el nombre de Dios estaba siendo deshonrado y Su presencia seriamente comprometida en medio del pueblo del Señor.

 

La brújula moral está desorientada. No existe una clara línea divisoria que nos indique cuál es el límite. Todo está permitido. Líderes que dividen iglesias y antes de que se seque la tinta del contrato del nuevo edificio donde establecerán su nueva iglesia ya tienen una denominación que le da cobertura espiritual.

 

Cuidado con aquellos que fundan iglesias sobre la base de la división. No se puede violar el principio bíblico de la unidad y tener la aprobación de Dios. Dios advirtió expresamente este pecado: “Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos”, Oseas 8:14a. ¿Cómo se puede olvidar a Dios y ser lo bastante devoto como para edificar templos? Israel los edificó sin Dios. Ahora lee con cuidado lo que la Biblia dice cuando se edifica sin Dios: “Yo le prenderé fuego a todo lo que construyan”, Oseas 8:14b (TLA).

 

¿Quién hace sonar fuerte la trompeta desde los púlpitos para decir que la inmoralidad sexual es un GRAN PECADO? Refiriéndose al pecado sexual de Sodoma y Gomorra (Judas 1:7) Dios dijo: “… su pecado es en verdad muy grande, Génesis 18:20 (BLA). Cuando la esposa de Potifar sedujo a José a cometer infidelidad éste se negó diciendo: “… Sería un gran pecado contra Dios”, Génesis 39:9 (NTV). ¿Y qué de los hijos de Elí quienes se acostaban con las mujeres que servían en el tabernáculo? La Biblia dice que “el pecado de los jóvenes era muy grande delante de Jehová…”, 1º Samuel 2:17 (RVA).

 

¿Quién hace repiquetear la voz desde el púlpito para decir que el pecado es nuestro peor enemigo? El pecado es cosa muy seria. Mata la comunión con Dios. El pecado clavó a Jesús en la cruz y rompió la intimidad que tenía con el Padre. Lo que no pudieron los principales líderes religiosos, lo que no pudo Satanás con todos sus demonios lo logró el pecado. Cuarenta días de tentación en el desierto no consiguieron que el diablo alejara a Jesús de su Padre, pero el pecado sí lo hizo. Pablo dijo: “Podemos ver qué terrible es el pecado”, Romanos 7:13 (NTV).

 

La consecuencia más grave del pecado es que aleja a Dios de nuestras vidas, y con Él, también su bendición. El diablo nos hace creer que podemos tener amistad con Dios mientras estamos en pecado. Pero eso no puede ser verdad porque Dios dijo que la muerte es la paga del pecado, Romanos 6:23. ¡Y Él no miente! ¿Tienes dudas? Ve a la cruz y escucha atentamente lo que Jesús dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, Mateo 27:46 (NTV).

 

Si Dios el Padre le dio la espalda a su propio hijo a causa del pecado, ¿por qué crees que contigo será diferente? Si Jesús no pudo conservar la comunión con Dios, ¿por qué aceptaste la mentira de que contigo sería diferente? ¿Dónde están los líderes que hacen conocer la voluntad de Dios como consecuencia de haber estado en el lugar secreto? “Si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras”, Jeremías 23:22 (BSO).

 

¡Cuidado con escuchar a los que no escuchan a Dios y solo entretienen a la gente! Los dones del Espíritu están vigentes hoy en día, pero existe mucha confusión. Nos seduce el poder de Pentecostés pero no su santidad. Hemos cambiado el fuego purificador del Espíritu Santo por un circo y los cristianos confundidos compran. La gente corre detrás de los agoreros evangélicos.

 

¡Qué diferencia con los profetas de antaño! Ellos no eran queridos porque denunciaban el pecado y hacían sonar la trompeta de la santidad de Dios con claridad. Compara a Juan el Bautista que denunciaba a los cuatro vientos los pecados de la clase política con los líderes de hoy en día que se sientan en la gobernación, imponen sus manos y bendicen lo que Dios no bendice. No se dan cuenta que la autoridad espiritual que ellos tienen es mucho más importante que la autoridad política que los gobernantes de turno ostentan. Esos líderes venden su primogenitura por una promesa de ayuda que nunca llega y por una foto que al día siguiente ventilan en sus redes sociales.

 

Hace un tiempo nuestro ministerio fue invitado a participar de un congreso para la familia. Una de las capacitadoras del equipo tenía la consigna de compartir la campaña Todos contra el abuso infantil. En paralelo, un profeta tenía su ponencia. ¿Qué crees que pasó? ¡Acertaste! La gente corría al taller profético esperando escuchar algo nuevo para su futuro. Y quiero aclarar que creemos en la vigencia de todos los dones, incluyendo el don profético y las profecías, pero tenemos que aguzar el discernimiento para saber quiénes son los profetas de Dios porque el diablo es un maestro del engaño.

 

¿Quieres saber cuál será tu futuro? Podemos decírtelo, no porque seamos profetas sino porque leemos la Biblia: “… Si regresan al SEÑOR… y si obedecen… entonces el SEÑOR tu Dios te devolverá tu bienestar… y te hará aún más próspero… y te prosperará en todo lo que hagas… Hoy te ordeno que ames al SEÑOR tu Dios y cumplas sus mandatos… Si lo haces, vivirás y… el SEÑOR tu Dios te bendecirá… Sin embargo, si tu corazón se aparta y te niegas a escuchar… entonces… serás destruido…  Esa es la clave para tu vida…”, Deuteronomio 30:2-20 (NTV).

¡Ya nadie está de luto por el pecado! Enseñar abstinencia no debería ser censurado; más bien debería ser celebrado. Es bíblico y a Dios le agrada. “La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual… cada uno controlará su propio cuerpo y vivirá en santidad y honor… porque el Señor toma venganza de todos esos pecados… Dios nos ha llamado a vivir vidas santas… todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas no desobedece enseñanzas humanas sino que rechaza a Dios…”, 1ª Tesalonicenses 4:3-8 (NTV).

 

La homosexualidad, la fornicación, el adulterio y el aborto no son infracciones menores sino fallas de carácter muy serias. ¡Necesitamos un avivamiento de santidad!  Nuestras generaciones jóvenes están saturadas de películas, videos y canciones en las que todo tipo de inmoralidad es común y corriente. Poco a poco y día tras día se naturaliza lo aberrante, a la vez que se socavan las convicciones cristianas. ¡Y no solo en los jóvenes!

 

Muchos escuchan todo el tiempo el sonido pegadizo de canciones cuyas letras deshonran abiertamente a Dios y ven a sus ídolos deportivos deslizarse por la cornisa de la inmoralidad, pero raramente escuchan a sus líderes cristianos hablar honestamente acerca de lo que siente Dios en cuanto al pecado sexual. ¡Con razón el pueblo está confundido! La trompeta tiene un sonido incierto.

 

La santidad es para todos: solteros, divorciados, separados, viudos y casados. El sexo que Dios estableció es entre un hombre y una mujer en el vínculo del matrimonio. Punto. Sin embargo, algunas denominaciones ya han aceptado la homosexualidad y han ordenado ministros homosexuales. No tienen ningún derecho en torcer las escrituras y establecer un nuevo orden escritural.

 

Los líderes deben volver al lugar secreto y predicar la Palabra sin disculparse por ninguna parte de ella. No podemos cerrar los ojos a la moralidad bíblica. Exigir fidelidad en el matrimonio es bíblico aunque vivamos en una sociedad permisiva. ¡Terminemos con la epidemia de fracaso moral, de vidas cristianas sin santidad y de iglesias sin presencia!

 

Por medio de este mensaje llamamos a los pastores y líderes a un compromiso serio con Dios. Los llamamos a ser fieles al mensaje bíblico. Que la voz de la trompeta suene nítida para que nadie esté confundido. ¡Basta de entretener a la gente! Charles Spurgeon con tristeza dijo una vez: “Llegará un día en que en lugar de pastores alimentando a las ovejas habrá payasos entreteniendo a las cabras”. ¡No seamos parte de esa pantomima!  Es necesario hacer conocer la voluntad del Señor claramente. Finalmente, y en el nombre de Jesucristo nuestro Señor, llamamos a todos a vivir conforme a los estándares bíblicos de santidad.

 

Te recomendamos ver la predicación de este artículo en el siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=PhWpiXgbl0I&list=PLc2xXXwpj9WniCu323iCd0Qmy-W38nWFE&index=41&t=1535s

 

Extraído del libro “Ideología de género”

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