Un joven acudió a un sabio en busca de ayuda. – Maestro, me siento poca cosa… Me dicen que no sirvo y que no hago nada bien. ¿Qué puedo hacer para que las personas me valoren más? El maestro, le contestó: – Debo resolver primero mis problemas. Si colaboras conmigo, yo podría solucionar esta situación con más rapidez y después, tal vez, te pueda ayudar.