¡Adiós mitos! La verdad acerca del sexo

En sexualidad existen muchas mentiras. A continuación, algunas de ellas:

 

  1. Las mujeres tienen menos interés sexual que los hombres. Falso.

Se supone que los hombres piensan y están obsesionados con el sexo todo el día, todos los días. Pero eso está cambiando. El estrés cotidiano, producto de largas y extenuantes jornadas de trabajo, las preocupaciones económicas y los conflictos conyugales influyen en la respuesta erótica del hombre. Bajo estas circunstancias, la erección no es tan fácil como se supone y la creencia de que él tiene la capacidad de responder con sexo tan pronto como se presente la situación es simplemente un mito.

Si estás en la lista de aquellas mujeres que quieren más sexo que sus esposos, ahí van algunos consejitos:

 

  • Identifica qué cosas lo “encienden”. Olvídate de salir corriendo a comprar lencería. Ese cliché puede resultar contraproducente. Un hombre puede sentirse presionado por una mujer vestida con ropas eróticas. Opta por una estrategia más creativa. Organízale una actividad recreativa que disfrute y le permita desconectarse de sus preocupaciones.3

 

  • Envía mensajes sugestivos cada vez que puedas. Tomarlo de la mano al caminar, robarle un beso mientras miran una vidriera o abrazarlo en medio de una película puede encender el deseo de tu esposo mucho más de lo que imaginas. Es una movida inocente, pero está comprobado que la excitación aumenta mediante el contacto físico.4

 

  • Asegúrate que tu esposo no esté consumiendo pornografía. El consumo de pornografía promueve la masturbación y la consiguiente separación física de su esposa. Y aunque no tuviera repercusiones sexuales, siempre bloquea la comunión con Dios, el crecimiento como pareja; a la vez que frena las bendiciones del cielo sobre el hogar.

 

  1. El tamaño sí importa. Falso.

Este mito suele ser aceptado por hombres y mujeres, por igual. Por ello surgen toda clase de alargadores y adminículos para aumentar el tamaño, al tiempo que se manifiestan complejos como resultado de la pequeñez genital. En realidad, para el hombre el tamaño no es relevante porque la zona de mayor sensibilidad está en la cabeza del pene, llamada glande. El roce de la vagina con el glande hace que el hombre tenga placer por lo que, independientemente de su tamaño, disfrutará. Por otra parte, tampoco importa el tamaño para la mujer ya que la zona de mayor sensibilidad y la que le produce más placer es la parte externa de la vagina, especialmente el clítoris.

La vagina es una cavidad virtual, solo es real cuando la mujer tiene intimidad sexual con penetración y durante el parto. La vagina tiene muy pocas terminaciones nerviosas, de ahí que posea tan poca sensibilidad; en cambio, es muy elástica por lo que puede adaptarse al tamaño del pene. En conclusión, el tamaño del miembro viril no es importante para el hombre ni para la mujer.

 

  1. Todo el mundo lo hace. Falso.

Es mentira que a todo el mundo le interesa el sexo. El 10% de las personas se considera asexual, es decir, no manifiesta deseo ni atracción erótica. Puede resultar raro para los muchos que están desbordados de pensamientos sexuales, pero es cierto. Además, en este tiempo que lo sexual ha dejado el ámbito de lo privado para transformarse en un tema mediático, publicitario y público, esto ha incidido negativamente en el vínculo sexual de las parejas estables.

 

  1. Todas las mujeres son multiorgásmicas. Falso.

El título de un artículo en una revista exclusiva para mujeres decía: “Las mujeres pueden llegar a las estrellas cuantas veces quieran”, dando a entender que pueden tener todos los orgasmos que deseen en una misma relación sexual. Esta es una verdad a medias, ya que un porcentaje ínfimo de mujeres puede tener varios orgasmos en el transcurso de una misma relación sexual.

 

He aquí algunas recomendaciones que te ayudarán, seas hombre o mujer, a disfrutar al máximo de cada encuentro íntimo:

 

  • Edifica la relación matrimonial. No existe truco erótico que funcione si tu relación de pareja está en terapia. Las interacciones negativas en el matrimonio son incompatibles con la pasión y el deseo. El trato dulce es mucho más importante que cualquier pose sexual.

 

  • Adopta una actitud positiva frente a lo sexual. Debes tener una actitud de entrega y disposición al placer. Recuerda que Dios ha creado el sexo para que lo puedas disfrutar junto al hombre de tu vida. No desperdicies tremenda oportunidad.

 

  • Entrégate por completo. No tengas miedo a la intimidad. Es imposible sentir miedo y placer al mismo tiempo. El temor es una emoción que produce cambios corporales que lo preparan para enfrentar un peligro. Se eliminan los reflejos sexuales y la sangre fluye hacia los músculos, disminuyendo en los genitales. El miedo a perder el control, a recibir críticas por parte de la pareja, a experimentar dolor en la relación, a ser oídos por otras personas o al embarazo son los temores más recurrentes.

 

  • Cambia los pensamientos negativos de tu mente. ¡Es increíble el poder que ejerce la mente sobre el deseo! Si la mente decide desconectarse, por más que se intente, no habrá respuesta positiva. Los sentimientos contrarios a la sexualidad, el hábito de evocar imágenes mentales negativas o recordar aspectos negativos de tu cónyuge o guardar rencor sobre acciones cometidas mucho tiempo atrás bloquean la respuesta sexual normal.

 

La recompensa no está en la meta, sino en el camino. ¡Goza de un encuentro íntimo con el amor de tu vida!

 

Extraído del libro “Casados y felices”

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